sábado, 4 de julio de 2009

Amor Cautivo capítulo VI

Florencia estaba demasiado aturdida, solo podía sentir, no quería pensar en nada ni en nadie más, solo a su marido dándole placer, ese placer exquisito que desde inicios de la vida los seres humanos han compartido estrechamente a lo largo de la era.
Ella nunca fue pasiva y este no era el momento para empezar a serlo, desabotono la pijama de su marido mientras iba acariciándolo, Federico agarro su mano y le beso la palma de la misma, con una sonrisa provocativa la levanto de la cama para que el camisón cayera libremente al suelo, despojándose de todo lo que le sobraba Fede se sentó en la cama mientras atraía a su mujer al regazo, reanudando de nuevo el beso, para después depositar varios besos por lo largo de su cuello mientras acariciaba sus pezones inhiestos con sus manos, para minutos después la lengua hiciera su magia en el cuerpo de ella.
Flor alentaba a Federico a seguir con sus caricias, lo había tomado en sus manos, mientras lo besaba, estaba duro y caliente, ninguno de los dos hablaba todo se lo demostraban con las caricias, finalmente se recostaron para seguir con el juego erótico de dar y recibir placer, se acariciaban por todas partes, pero lo que mas excito a Florencia fue la caricia a su voluminoso estomago, el pensar que de esta misma forma habían creado una vida, la llenaba de amor, pero sus pensamientos fueron interrumpidos al sentir la lengua de él en el centro de su feminidad.
Los gemidos de Flor llenaban el cuarto, igual que su olor impregnado en cada parte de su cuerpo, era un vicio su mujer pensaba Federico, había pasado tantas noches en vela, recordando su suavidad, que tenerla ahora en su lecho era tan magnánimo, que nunca jamás la dejaría irse, tendría que explicarle todo lo sucedido, pero primero tendría que demostrarle cuanto le amaba.
Se sentó mientras atraía de nuevo a su mujer –Te necesito Flor, amor mío, ahora-
-Yo también te necesito, ¡Oh Federico!-
Federico la embistió de una sola vez, entro profundamente en su ser mientras la miraba a los ojos, empezó a moverse a un ritmo lento para después aumentarlo, mientras los “Te amo” llenaban el cuarto entero.
El clímax llegó entre lágrimas de alivio, de felicidad, de perdón, pero sobre todo del amor que se profesaban mutuamente.

-¿Cómo te sientes?- Le pregunto Federico mientras la acomoda en su cama.
-Un poco hambrienta- le decía mientras le dedicaba una sonrisa
-Acabamos de hacer el amor, y ¿todavía quieres más?-
Florencia le dio un pequeño golpe en el hombro mientras escondía la cara en el pecho de su esposo para ocultar su bochorno.
-Me encanta cuando te sonrojas- Dándole un pequeño beso en la nariz, salio de la cama para ponerse la pijama – Voy a ver si María dejo algo de ese suculento estofado y te traeré un poco-
-y un mazapán de pepita que están atrás de los moldes de la fruta-
Federico se le quedo viendo, era bien sabido por todos que María hacia unos mazapanes deliciosos, pero Florencia siempre se los terminaba por eso María opto por esconderlos, pero aun así su mujer los había encontrado.
Flor se encogió de hombros mientras le sonreía –Tengo buen olfato-
Federico salio de su cuarto con una sonrisa enorme.

-Salga inmediatamente de aquí- Lili corrió rápidamente al diván para esconderse detrás de él.
-No hasta que me responda- Y como si no hubiera escuchado el pequeño grito de enojo de Lili se quito la bata y se metió a la cama
-¿qué esta haciendo?-
-poniéndome cómodo-
-usted no puede hacer esto-
-ya le dije, necesito una respuesta y después me iré-
-mi respuesta es ¡no!-
-mmm…creo que olvide decirle que la respuesta debía ser afirmativa-
-esta usted loco ¿Cómo me voy a casar con usted?-
-diciendo si acepto-
-¡no!-
-esta bien, solo que usted es la que va estar dentro de las habladurías, cuando le quite su doncellez-
-¿qué?-
-tarde o temprano querida mía sabrá que estamos hechos el uno para el otro, y creo que ya no podré aguantar mas “el tarde”, me tiene durísimo desde que la vi llegar siento que voy a explotar si no la tengo debajo mío-
Lili esta tan roja, que el inmaculado camisón hacia contraste con ella, las palabras de Matías la desconcertaron tanto que no supo que decir y antes de que dijera algo, se encontraba en los brazos de ese hombre, besándola y acariciándola, ¡diablos! Sus labios eran tan suaves, solo se dejaría llevar un poco, y después lo alejaría, pero su cuerpo demandaba otra cosa, no sabría cual era pero muy pronto sabría que era

1 comentarios:

Unknown on 5 de julio de 2009, 21:44 dijo...

Hola!!

Me gusta mucho el blog y de paso te dejo el link del mio...
http://escapemosaotromundo.blogspot.com/2009/07/premio-luna-de-fuego-x_05.html

Te he dejado un premio en mi blog

Saludos!!

=D

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