-¡Flor!, ¿cariño estas bien?-
Clara una de sus mejores amigas, su confidente y esposa del mejor amigo de su esposo, estaba tocando la puerta del baño de Florencia, alarmada por la condición de Flor que cada día estaba más pálida y ahora estaba vomitando en el baño.
-¡si!, solo dame un momento- Florencia se abrió el grifo y dejo que al agua fría cayera en su cara, esto de las nauseas del embarazo era cada vez peor, tendría que ir con él médico para que le recetara de esas pastillas para su malestar.
-¡Flor!, ¡Flor!...-
La insistencia de su amiga hizo que saliera de su refugio y con una sonrisa para tranquilizar a su amiga, y mientras se iba a la cocina para preparar el té, pensaba que si le decía que estaba embarazada, ella le diría a su esposo y por con secuencia Matías le diría a Federico y él vendría a reclamarle por su bebé. Pero le tendría que decir si daba marcha a su plan.
-Flor, te ves muy pálida, ¿ya fuiste al doctor?-
-Hmmm- Flor asintió con la cabeza mientras sacaba vertía en dos tazas el té.
-¿y?-
-nada solo es que he contraído un virus, nada de que preocuparse- ¿y que virus de nueve meses? Pensaba Florencia cada vez más emocionada con su criatura.
-¿segura?- Clara estaba muy escéptica ya que su amiga por lo general era muy sana, y la conocía ella estaba ocultando algo.
-segurísima, ya se me pasara-
-bien, pasando a otro tema ¿vas asistir a mi aniversario?- le dijo titubeante Clara.
Clara y Matías siempre hacían una fiesta para celebrar su aniversario de bodas con sus amigos más íntimos, Ella y Federico asistieron a cada una de ellas, pero este año iba hacer diferente.
-no lo sé-
-Flor tu eres mi mejor amiga, no me puedes hacer esto-
-va ir Federico y la verdad no quiero toparme con él y su amiguita-
-es cierto, pero no es justo, él es que debe de estar trepado por las paredes, sufriendo por tu ausencia-
-es un hombre-
-pero aún así, mira Flor no se como es que paso lo de su separación, pero no crees que a lo mejor solo fue un pequeño pecadillo, acuérdate que tu no estabas muy bien, después de los últimos análisis que te dieron donde te dijeron que no estabas embarazada-
-esa no fue excusa, Clara para lo que hizo-
-mmm…en eso tienes razón, pero es que él se ve…como decirlo-
-¿feliz?-
-¡no!, como tu, dolido, como si le faltara algo-
-si, le falta una esposa tonta que le tenía hecha toda la casa y la comida para cuando regresaba del trabajo, y así le diera todo su tiempo en la noche-
-no, no es eso-
-mira Clara- Flor la corto antes de que siguiera y ella se empezara a preocuparse por su marido –él se fue con otra mujer para que le calentara la cama, mientras tenia una sirvienta en su casa, solo que su jueguito se cayó y no supo que hacer, así que yo tome la decisión-
-si tú lo dices-
-¡si lo digo yo!- no quería sonar tan brusca con su amiga, pero tampoco quería escucharla defender a su marido. –mira Clara lo siento, no quise ser tan dura, pero es que todo es tan doloroso para mí-
-lo entiendo- y sentándose junto a ella, la abrazo, mientras Florencia se deshacía llorando.
-ya mira, cariño, vamos hablar de otra cosa…como…mmm ¿Qué llevaras para mi fiesta?-
-Clara…no…-
-eres mi mejor amiga y te quiero ahí-
-pero va ir él-
-si es lo más seguro, pero velo como una prueba para cuando estés en los tribunales poniendo tu última firma-
-me es tan difícil…después de haberlo visto antier-
-¿qué? ¿Cómo? ¿Qué te dijo?-
-jajajá ¿tu estudiaste para ser modelo o para ser periodista?-
-bueno ya cuéntame, soy curiosa-
-¡no! Eres chismosa- Florencia se rio más al ver la expresión de su amiga.
-bueno ya cuéntame-
-lo vi cuando estaba saliendo del almacén de “todo bebé”-
-¿y que hacías ahí?- pregunto su amiga un poco escéptica, ya que sabia que Flor ni siquiera miraba en dirección a esas tiendas desde que le dieron la noticia que no podría ser mamá.
¡Dios! Ahora que hacia, le decía o esperaba.
-una compañera del trabajo va a tener un baby shower- mejor esperaba
-mmm…pero a ti no te gusta asistir a ese tipo de fiestas-
-bueno, ella insistió mucho y no pude decirle que no-
-¿y Federico que hacia ahí?-
-buena pregunta, no lo sé, solo apareció-
-¿y?-
-¡y!...nos besamos como dos adolescentes en medio de la calle, y después yo me vine a la casa-
-pero…¿Federico que hizo?-
-seguro se fue con su mujercita a desfogarse-
-Flor no puedes p…-
-no, no lo pienso, lo se-
-no entiendo ¿se besan y quieren separarse?-
-fue solo un momento de debilidad, que no ocurrirá de nuevo-
Su amiga todavía mirándola, sabia que esos dos se seguían queriendo, pero eran tan testarudos que ninguno iba a dar su brazo a torcer, y seria tan triste verlos separados, pero en fin era decisión de ellos, aunque eso no quería decir que ella no podría darles un empujoncito, por eso era tan importante que asistieran a la fiesta.
-bueno, bueno, ya volvimos al tema que tanto desagrada, mejor voy a ir a tu armario a checar que tienes para ponerte este fin de semana-
-Clara…-
-ni una palabra Flor, vas por que vas-
Con un gruñido Florencia se dirigió con su amiga a su dormitorio y se recostaba en su cama, mientras veía como Clara sacaba ropa de su closet.
-mmm…este esta muy lindo, nunca te lo he visto puesto-
Florencia lo recordaba muy bien, era un hermoso vestido color azul strapple con un drapeado en el corpiño que se ceñía a la altura de la cintura para darle una caída como cascada, era el mismo que se había comprado para su septimo aniversario de casados, con él cual iba a seducir a su marido, pero ese día nunca llegó.
Y mientras Clara seguía hablando de que zapatos combinaría, con que aretes, flor no se dio cuenta de que se acerco a la cómoda donde estaba su ropa interior y donde estaban el papel de su ginecólogo, solo hasta que escucho el grito de su amiga, se maldijo.
-¡positivo!, ¡flor estas EMBARAZADA¡- se volteo a ver a su amiga, todavía impresionada por la noticia.
-Sí- ya no podría ocultárselo a su amiga.
***
-mira, alemán, no te voy a mentir, mi esposa cree todavía en los cuentos de hadas, quiere que tu y Flor se reconcilien en nuestra fiesta-
-me lo imagino, pero entre Flor y yo ya no hay nada que se pueda hacer-
-¿estas seguro?-
-Florencia quiere el divorcio, no me ha perdonado-mientras se recostaba en el respaldo de su sillón recordó el beso que le dio a su mujer, él sabía que todavía lo deseaba pero ella nunca le perdonaría su infidelidad.
-yo hare todo lo posible para que Clara no se entrometa, solo piensa un poco más, si realmente quieres firmar esos papeles-
-lo pensare-
-entonces ¿te esperamos?, a las ocho-
-ahí estaré-
Matías era su amigo desde la infancia, y no por tener problemas con su mujer, él iba a dejar a su hermano del alma, y también era un pretexto para volver a ver a Florencia.
-¿Laura?-
-¡sí, señor!-
-por favor manda un ramo de rosas a la esposa de Matías y otro de flores amarillas a mi esposa-
-ahora mismo-
-gracias-
-de nada, señor-
Flor se llevaría una enorme sorpresa. Sonriendo para si mismo se reclino más en su silla.
Clara una de sus mejores amigas, su confidente y esposa del mejor amigo de su esposo, estaba tocando la puerta del baño de Florencia, alarmada por la condición de Flor que cada día estaba más pálida y ahora estaba vomitando en el baño.
-¡si!, solo dame un momento- Florencia se abrió el grifo y dejo que al agua fría cayera en su cara, esto de las nauseas del embarazo era cada vez peor, tendría que ir con él médico para que le recetara de esas pastillas para su malestar.
-¡Flor!, ¡Flor!...-
La insistencia de su amiga hizo que saliera de su refugio y con una sonrisa para tranquilizar a su amiga, y mientras se iba a la cocina para preparar el té, pensaba que si le decía que estaba embarazada, ella le diría a su esposo y por con secuencia Matías le diría a Federico y él vendría a reclamarle por su bebé. Pero le tendría que decir si daba marcha a su plan.
-Flor, te ves muy pálida, ¿ya fuiste al doctor?-
-Hmmm- Flor asintió con la cabeza mientras sacaba vertía en dos tazas el té.
-¿y?-
-nada solo es que he contraído un virus, nada de que preocuparse- ¿y que virus de nueve meses? Pensaba Florencia cada vez más emocionada con su criatura.
-¿segura?- Clara estaba muy escéptica ya que su amiga por lo general era muy sana, y la conocía ella estaba ocultando algo.
-segurísima, ya se me pasara-
-bien, pasando a otro tema ¿vas asistir a mi aniversario?- le dijo titubeante Clara.
Clara y Matías siempre hacían una fiesta para celebrar su aniversario de bodas con sus amigos más íntimos, Ella y Federico asistieron a cada una de ellas, pero este año iba hacer diferente.
-no lo sé-
-Flor tu eres mi mejor amiga, no me puedes hacer esto-
-va ir Federico y la verdad no quiero toparme con él y su amiguita-
-es cierto, pero no es justo, él es que debe de estar trepado por las paredes, sufriendo por tu ausencia-
-es un hombre-
-pero aún así, mira Flor no se como es que paso lo de su separación, pero no crees que a lo mejor solo fue un pequeño pecadillo, acuérdate que tu no estabas muy bien, después de los últimos análisis que te dieron donde te dijeron que no estabas embarazada-
-esa no fue excusa, Clara para lo que hizo-
-mmm…en eso tienes razón, pero es que él se ve…como decirlo-
-¿feliz?-
-¡no!, como tu, dolido, como si le faltara algo-
-si, le falta una esposa tonta que le tenía hecha toda la casa y la comida para cuando regresaba del trabajo, y así le diera todo su tiempo en la noche-
-no, no es eso-
-mira Clara- Flor la corto antes de que siguiera y ella se empezara a preocuparse por su marido –él se fue con otra mujer para que le calentara la cama, mientras tenia una sirvienta en su casa, solo que su jueguito se cayó y no supo que hacer, así que yo tome la decisión-
-si tú lo dices-
-¡si lo digo yo!- no quería sonar tan brusca con su amiga, pero tampoco quería escucharla defender a su marido. –mira Clara lo siento, no quise ser tan dura, pero es que todo es tan doloroso para mí-
-lo entiendo- y sentándose junto a ella, la abrazo, mientras Florencia se deshacía llorando.
-ya mira, cariño, vamos hablar de otra cosa…como…mmm ¿Qué llevaras para mi fiesta?-
-Clara…no…-
-eres mi mejor amiga y te quiero ahí-
-pero va ir él-
-si es lo más seguro, pero velo como una prueba para cuando estés en los tribunales poniendo tu última firma-
-me es tan difícil…después de haberlo visto antier-
-¿qué? ¿Cómo? ¿Qué te dijo?-
-jajajá ¿tu estudiaste para ser modelo o para ser periodista?-
-bueno ya cuéntame, soy curiosa-
-¡no! Eres chismosa- Florencia se rio más al ver la expresión de su amiga.
-bueno ya cuéntame-
-lo vi cuando estaba saliendo del almacén de “todo bebé”-
-¿y que hacías ahí?- pregunto su amiga un poco escéptica, ya que sabia que Flor ni siquiera miraba en dirección a esas tiendas desde que le dieron la noticia que no podría ser mamá.
¡Dios! Ahora que hacia, le decía o esperaba.
-una compañera del trabajo va a tener un baby shower- mejor esperaba
-mmm…pero a ti no te gusta asistir a ese tipo de fiestas-
-bueno, ella insistió mucho y no pude decirle que no-
-¿y Federico que hacia ahí?-
-buena pregunta, no lo sé, solo apareció-
-¿y?-
-¡y!...nos besamos como dos adolescentes en medio de la calle, y después yo me vine a la casa-
-pero…¿Federico que hizo?-
-seguro se fue con su mujercita a desfogarse-
-Flor no puedes p…-
-no, no lo pienso, lo se-
-no entiendo ¿se besan y quieren separarse?-
-fue solo un momento de debilidad, que no ocurrirá de nuevo-
Su amiga todavía mirándola, sabia que esos dos se seguían queriendo, pero eran tan testarudos que ninguno iba a dar su brazo a torcer, y seria tan triste verlos separados, pero en fin era decisión de ellos, aunque eso no quería decir que ella no podría darles un empujoncito, por eso era tan importante que asistieran a la fiesta.
-bueno, bueno, ya volvimos al tema que tanto desagrada, mejor voy a ir a tu armario a checar que tienes para ponerte este fin de semana-
-Clara…-
-ni una palabra Flor, vas por que vas-
Con un gruñido Florencia se dirigió con su amiga a su dormitorio y se recostaba en su cama, mientras veía como Clara sacaba ropa de su closet.
-mmm…este esta muy lindo, nunca te lo he visto puesto-
Florencia lo recordaba muy bien, era un hermoso vestido color azul strapple con un drapeado en el corpiño que se ceñía a la altura de la cintura para darle una caída como cascada, era el mismo que se había comprado para su septimo aniversario de casados, con él cual iba a seducir a su marido, pero ese día nunca llegó.
Y mientras Clara seguía hablando de que zapatos combinaría, con que aretes, flor no se dio cuenta de que se acerco a la cómoda donde estaba su ropa interior y donde estaban el papel de su ginecólogo, solo hasta que escucho el grito de su amiga, se maldijo.
-¡positivo!, ¡flor estas EMBARAZADA¡- se volteo a ver a su amiga, todavía impresionada por la noticia.
-Sí- ya no podría ocultárselo a su amiga.
***
-mira, alemán, no te voy a mentir, mi esposa cree todavía en los cuentos de hadas, quiere que tu y Flor se reconcilien en nuestra fiesta-
-me lo imagino, pero entre Flor y yo ya no hay nada que se pueda hacer-
-¿estas seguro?-
-Florencia quiere el divorcio, no me ha perdonado-mientras se recostaba en el respaldo de su sillón recordó el beso que le dio a su mujer, él sabía que todavía lo deseaba pero ella nunca le perdonaría su infidelidad.
-yo hare todo lo posible para que Clara no se entrometa, solo piensa un poco más, si realmente quieres firmar esos papeles-
-lo pensare-
-entonces ¿te esperamos?, a las ocho-
-ahí estaré-
Matías era su amigo desde la infancia, y no por tener problemas con su mujer, él iba a dejar a su hermano del alma, y también era un pretexto para volver a ver a Florencia.
-¿Laura?-
-¡sí, señor!-
-por favor manda un ramo de rosas a la esposa de Matías y otro de flores amarillas a mi esposa-
-ahora mismo-
-gracias-
-de nada, señor-
Flor se llevaría una enorme sorpresa. Sonriendo para si mismo se reclino más en su silla.
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