jueves, 16 de julio de 2009

Para siempre capítulo 5

Federico no sabía que hacer, no encontraba en que entretenerse para que sus malditos pensamientos lo dejaran en paz, no podía ser posible; se repetía una y otra vez mientras iba de un lado a otro en la sala de espera, ¡Florencia estaba embarazada! ¡Iba a ser padre!...pero ahora su hijo y su mujer estaban en peligro, él todavía amaba a Flor, era su luz, no sabía de que forma disculparse por tanto dolor que le había hecho, y ahora lo culparía por provocar la perdida de su bebé y ahora si su matrimonio acabaría para siempre.
Clara y Matías entraron en la sala de espera corriendo, ya que no pudieron irse inmediatamente al hospital, tenían que despedir a los invitados, los dos se acercaron a Federico el cual ahora esta sentado en una de las sillas del hospital con las manos en la cabeza. Clara fue la que se acerco a él y poniéndole una mano en su hombro para que se levantara le dio un abrazo, en ese momento él no pudo más e hizo lo que mucho tiempo había olvidado “llorar” por la vida de su mujer que se estaba debatiendo entre la vida y la muerte…pero también por la de él la cual se vería destrozada por no tener a su Florencia a lado.
Matías que también estaba consternado por lo sucedido, se acerco a su amigo con temor de preguntar algo equivocado, pero su amigo necesitaba desahogarse.
-¿Cómo esta?-
-No lo sé, no me dicen nada, nadie sale de urgencias desde hace horas-
-vamos, macho, Flor es fuerte-
-sí, pero lo del bebé…- no pudo terminar la frase por que en ese momento se volvió a sentar a sumirse en su oscuridad.
Clara se alejo con su marido, necesita decirle la verdad a Matías, ya que se sentía responsable de lo que le pudiera suceder a Flor y a su bebé.
-Amor ¿qué te pasa?- le preguntaba Matías mientras la abrazaba.
-es que yo…yo… ¡no me perdonare si le pasa algo a Flor!-
-mi amor, tu no eres responsable de lo sucedió-
-¡es que no entiendes!- le decía Clara cada vez más afligida.
-¡shh! Cariño, todo saldrá bien-
-¡yo lo sabía!- y prorrumpió en sollozos cada vez más fuertes –yo lo sabía Matías, sabía que estaba embarazada, y en la fiesta me comento que tenia un pequeño malestar, ella lo achaco a que estaba nerviosa, pero ¡no! Maldita sea ¡era una advertencia de su amenaza de aborto! Y yo no hice nada-
Matías abrazó más a su mujer, sabía que si se enteraba FEDE de que Clara sabía del embarazo de Flor, él le echaría la culpa a ella, y no quería que su mujer sufriera más.
-amor, escúchame, Florencia ya es una persona grande y ella sabía lo que hacía, tu no te debes de culpar por nada, ya que uno nunca sabe que es lo que nos pasara. Lo mejor que puedes hacer en este momento es apoyar a su marido y a ella.
Clara miro a su marido, era un alivio que estuviera a su lado, le daba tanta fortaleza, lo amaba tanto, ahora solo esperaba que Florencia pudiera levantarse de esa cama y de disfrutar la vida junto con su marido que aún la amaba.
Federico seguía intranquilo, no veía la hora en que los doctores salieran de urgencias, y como si hubiera invocado su presencia el doctor que atendia a Florencia salio.
-¡Doctor! ¿Cómo esta mi esposa?-
-ella esta estable, logramos parar la hemorragia, pero aún esta delicada-
-¿y él bebé?-
-no se lo puedo decir con exactitud, necesitamos que la obstetra baje para revisarla, pero le puedo dar un consejo Sr.…-
-Fritzenwalden, Federico Fritzenwalden, mi esposa se llama Florencia-
-bueno Sr. Fritzenwalden lo mejor es no hacerse falsas ilusiones, la hemorragia era muy fuerte, lo más posible es que su esposa haya perdido al bebé-
Federico sentía la opresión en su corazón, su hijo…muerto, como le podria decir a Florencia que ya no iba a ser mamá, que no podrían tener a su niño en brazos, ni que lo podría amantar, ¡Dios! Era tan injusta la situación, pero el tenía que ser fuerte por ella.
-¿puedo pasar a verla? Le decía un Federico con los ojos vidriosos.
-ahora la estamos subiendo a su cuarto, vaya a información en la sección de maternidad ahí lo guiaran-
-gracias, de verdad muchas gracias por salvarle la vida-
-para eso estamos, Sr. Fritzenwalden-
Se despidió del doctor, y salio casi corriendo al departamento de maternidad, por ir tan lapido no se fijo que se topaba con Matías y Clara.
-¡hey! Macho que sucede-
-han subido a Florencia a un cuarto, para que se recupere, quiero estar con ella cuando se despierte-
-nosotros tenemos que regresar a casa, pero mañana vendremos a ver que tal sigue-
-¡sí! Creo que Florencia estará muy contenta de que vengas a visitarla- le dijo a Clara que se veía muy angustiada.
-gracias Federico, vendré a primera hora-
-cuídense- y se encamino al cuarto de Florencia.
***
-¿qué te pasa Mariano? ¿Alguna chica que te anda rondando por la cabeza?-
-La verdad que sí-
-¿y se puede saber quien es la susodicha?
-es una paciente-
-¿qué? Sabes muy bien que no te puedes enamorar de una paciente-
-Sandy, ¿me crees capaz de algo así?-
-¡te conozco!- le decía Sandy con una media sonrisa, ella estaba enamorada de Mariano desde que entro al hospital, pero nunca ha sido capaz de confesarselo, sobre todo cuando conocía su historial de conquistas, era mejor tenerlo como amigo.
-pues no me conoces tan bien como creí-
-bueno, ya deja de lloriquear, dime a ahora quien es la susodicha-
-tu nueva paciente-
-¿la chica de la hemorragia? ¿Cómo diablos te pudiste enamorar, si acaban de ingresarla? Aparte ¿no es casada?-
-¡dios mío! ¿Que hago contigo Sandy?-
-llevarme a un cuarto del hospital que este solo, me quitas la ropa y me devoras-
Eso le gustaba de Sandy siempre sabía como hacerlo reír, pero la sugerencia de hacerle el amor en el hospital, era algo que no podía suceder entre ellos, Sandy era su amiga y nada más.
-si esta casada, pero no estoy enamorado de ella, estoy preocupado que es una cosa muy diferenta a la otra-
-¿qué es lo que te preocupa?-
-puede que no se recupere, aparte su esposo se ve que esta sufriendo sobre todo por lo del bebé-
-me he de imaginar, he estado en muchos de esos casos, la verdad algunas veces es tan triste que pierdan de esa forma a una criatura, pero así es la vida y no podemos hacer nada para cambiarla-
-lo sé-
-bueno, Mariano te dejo, tengo que ir a ver que pasa con nuestra paciente-
-¿Sandra?- ella se detuvo un momento, para que pudiera darse vuelta, él nunca había dicho su nombre completo.
-si… dime-
-¿quieres cenar hoy conmigo?- ¡¿le estaba pidiendo salir?!, Qué le debía decir? Y antes de que ella diera su respuesta Mariano le dijo- es que tengo a una señorita rondando por mis pasillos y la verdad hace mucho que la corte, pero ella insiste…-
-¡ah es eso!- la decepción estaba en reflejada en su cara pero logro esconderla –claro sabes que soy tu amiga, y estoy aquí para lo que necesites-
-entonces ¿a las ocho?-
-a las ocho- y se alejo antes de que pudiera ver sus lágrimas.
***
Federico se hundía cada vez más en el abismo que se había creado, al ver a su Flor en ese estado le carcomía el alma, estaba tan pálida que parecía que no tenía vida, sin su rubor natural, sin esa sonrisa que él amaba.
Agarrándola de la mano se quedo sentado a su lado, poder tocarla era tan hermoso, él nunca le quiso hacer daño, ni apartarla de su lado, y ahora menos que nunca la iba a dejar sola, así se divorciaran o no.
Flor despertó una hora después sentía el calor de su esposo a un lado, pero también se sentía muy débil, solo recordaba que estaban en el cuarto de Clara ella y Federico apunto de hacer el amor, hasta que… ¡sangre! ¡Él bebé! su mano se fue al vientre, Federico sintió como se movía Florencia, leyó la pregunta que se estaba haciendo.
-todavía no sabemos nada, te van hacer estudios, para ver si no has…- su voz se corto y lágrimas empezaron a emanar de su rostro, vio que Florencia también lloraba, con mucho cuidado la abrazo y le dio un pequeño beso en los labios.
-tranquila amor, todo saldrá bien, no te voy a dejar-
-mi bebé, Federico, yo lo quería tener- sollozos mas desgarradores salían de su corazón.
Federico decidió no hacer caso al “mí bebé”, Flor todavía estaba muy mal por todo lo sucedido.
-¡Shh! Cariño, pronto vendrá la doctora y sabremos cual es el resultado-
Siguieron abrazados, ninguno quería separarse, estaban tan absortos el uno del otro que no vio que la obstetra había entrado-
-¿Sra. Fritzenwalden?-
Federico soltó a Flor y la recostó acomodándole las almohadas de la cama.
-soy la doctora Delgado, pero todos me llaman Sandy-
-mí…bebé…lo perdí ¿verdad?-
-eso es lo que revisaremos en este momento Flor, ¿te puedo decir Flor?-
Florencia asintió con la cabeza
-esta bien- yéndose a un lado de Florencia le agarro la mano y de la forma más tranquila le empezó a decir los procedimientos que harían- y para finalizar, Flor, como doctora es mi deber decirte que tu hemorragia fue muy grave y estabas en los primeros meses de embarazo, así que las probabilidades positivas son del 5% y las negativas del 95%- al ver que la cara de Florencia se ponía cada vez más triste decidió iniciar el examen no sin antes darle algunos ánimos que ni ella podría decir que la ayudarían –como mujer te puedo decir que no pierdas las esperanzas, nuestro cuerpo fue creado de tal manera que podemos resistir varias dolencias- le dio una pequeña palmadita en su mano y se preparo para hacerle la ecografía.
-Bueno Flor ¿estas lista?-
Federico tomo de la mano a su amor y le dio un pequeño beso en la frente –pase lo que pase, siempre estaré contigo cariño-
Florencia le dio las gracias y una pequeña sonrisa –estoy lista Sandy-

1 comentarios:

kenia on 16 de julio de 2009, 14:27 dijo...

Mira que haces que unos se quede pien picada en los finales.....

chika esta genial, como siempre estan tus relatos..

esperando el proximo capitulo..

besos.....♥

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