sábado, 18 de julio de 2009

Para siempre capítulo 7

Florencia tenia unos dolores insoportables, las contracciones eran cada vez más seguidas, todo el camino que recorrió en ambulancia hasta el hospital se la paso maldiciendo a Federico, a la vida por hacerla mujer, Sandy que estaba ya esperándolos en la entrada de urgencias, se quedo mirando por un momento a Flor y luego al pálido de Federico, conociendo el carácter de Flor era muy posible que algo malo le hubiera dicho a su esposo, reprimiendo las ganas de reír se acerco a ellos una vez dentro del hospital.
-¿cómo te sientes?-
-¿qué como me siento? ¿Solo se le ocurre decir eso?-
-bueno, bueno, estas muy alterada-
-¡No estoy alterad…¡ah! ¡Dios! Siento que me parto! ¡Sácalo ya sandy! ¡Sácalo!-
-déjame checar cuanta dilatación tienes- Sandy se puso los guantes de látex y dándole un pequeño chequeo decidió esperar un poco más.
-Flor, tendremos que esperar-
-¿Qué? ¡Imposible, este crío sale por que sale!-
-Tienes que darle tiempo a la naturaleza, apenas tienes seis de dilatación y te faltan cuatro, así que ya llevas bastante recorrido, y si sigues así yo creo que unas horas tendrás a …- el sonido del beeper interrumpió a Sandy- ahora vuelvo, por lo mientras veré si te pueden poner una epidural. Federico cuídala, de todas formas el monitor esta prendido por si algo les sucede.
-Sí, Sandy- le respondió un Federico cada vez más asustado por las reacciones de su mujer.
Se quiso acercar a ella, pero Flor no lo dejo
-¡váyase! No me vuelva a tocar, maldito sea, mire lo que me ha hecho-
-pero, Flor-
-¡le dije que se fuera! O le juro que en este momento veo como le hago y lo castro- Federico dio un pequeño respingo por el carácter de Flor, pero sabia muy bien que estaba así por los dolores, y decidio por el momento dejarla sola, antes de que ella le soltara otra de sus amenazas.
Federico se dirigio a la puerta, pero Florencia dio otro grito de dolor
-¡NO!, no me deje sola, mire en que estado estoy-
-pero, Flor tu me dijiste-
-por Dios ya se que le dije-
-entonces me quedo-
-si, pero no me toque-
-ya lo se Flor ¡te doy asco!-
Una Flor un poco más repuesta se dio cuenta de la cara de su marido, él dolor se reflejaba en ella.
-no me das asco, solo que imagínate que me embarace de nuevo, todavía ni saliendo del parto-
Federico se le quedo viendo con cara de sorpresa y después no pudo reprimir la carcajada que tenia atorada en la garganta
-no te rías, mira como me dejaste después de la última vez que estuvimos juntos-
Federico recordaba bien esa noche, y ella tenia razón esa noche no habían terminado de consumar el acto, pero aún así habían procreado a esa criatura.
Habían llegado de la fiesta de la empresa de Federico, estaban un poco cansados, habían peleado en el carro camino a casa, por “Estela” su asistente que cada vez se insinuaba más a él, pero Federico nunca le hacia caso, a veces se decía que él no tenía culpa de que las mujeres lo persiguieran, sus ojos solo eran para la mujer que tenía en ese momento tan enfadada a su lado.
Todavía no apagaba el motor y Florencia abrió la puerta del coche y salio hecha una furia, abrió la casa dejando abierta la puerta para que entrara Federico, este se bajo de carro una vez apagado y fue tras ella, solo al escuchar el portazo que le dio a la puerta de su habitación, no le dieron ganas de ir con ella, pero tenia que decirle que ella era la única mujer de su vida, se armo de valor y subió, al ver que estaba cerrada con llave, le entro una furia ¿Cómo le cerraba la puerta de su cuarto?
-abre, Florencia-
-¡NO!-
-abre, la maldita puerta, este también es mi cuarto-
-vete con tu amiguita, tal vez te deje ocupar su cuarto, ¡va estar encantada!-
-no seas cría, ábrela o te juro que la tiro-
Se hizo un silencio largo, para después escuchar que le daban vuelta a la llave, Federico giro el picaporte y entro, Florencia se estaba cambiando la ropa para dormir, así que todavía estaba en sujetador, bragas y liguero. Federico sintió que en ese momento todo enojo se había ido, dando paso a la excitación de ver a su Flor con ese atuendo, sin decir nada se acerco a ella.
Flor pegó un pequeño grito al sentir como la cargaba su esposo y la depositaba en la cama, Federico se posiciono arriba de ella e inmediatamente sintió su miembro excitado, duro y caliente, Flor soltó un pequeño gemido, pero aun así ella seguía enojada con él y ahora más, ya que creía su marido que con sexo iba a olvidarse de la escenita que protagonizaron Estela y él
-suéltame-
-no, amor, no te vas a parar de esta cama, hasta que no te des cuenta de que a la única que amo es a ti-
-el sexo no solucionara nada-
-sabes que nosotros nunca hemos tenido sexo, hemos hecho el amor-
-suéltame, Federico, no quiero-
-mmm…tu cuerpo me dice otra cosa- y para reafirmarlo Federico se llevo uno de sus pezones ya excitados a la boca, lo único que lo separa de sentir su textura era el encaje del sujetador, así que se lo quito de un solo tirón haciendo que este se rompiera, Flor dio un grito de sorpresa, pero antes de que se separara de él, Federico sonrió y engullo el pezón entero, succiono hasta saciarse, después se despego y vio la marca que le había dejado a un lado de la aureola, ella era suya, Florencia en ese momento no podía pensar, solo sabía que quería más asi que agarro la cabeza de su marido y la llevo al otro seno.
-bésame ahí, por favor-
-lo que tu digas- Federico empezó exhaustivamente su trabajo en dejarle otra marca a su mujer, Florencia lo seguía acariciando, le quito la ropa y empezó a besarlo por todo el torso, Federico se dejaba mimar por su mujer, ella en ese momento estaba arriba, solo con el liguero puesto ya que las bragas unos minutos antes habían sido arrancadas, Florencia seguía besándolo llego al vientre donde se separo un poco para acariciar el miembro por arriba de la tela del pantalón, Fede gruño, rápidamente se deshizo de los pantalones y el bóxer quedando completamente desnudo.
Flor le sonrió entre traviesa e inocente.
-sabes siempre me ha gustado tu instrumento para amarme-
-y a mi me encanta el tuyo- Federico en ese momento poso una de sus manos en su sexo y empezó a acariciarla
– estas tan húmeda, y solo para mi-
Flor poso sus manos en el tórax de su esposo mientras echaba atrás la cabeza y las caricias de Federico se hacían mas insistentes, hasta que sintió como un dedo se introducía en su interior
– ¿te gusta que te acaricie? ¿En quien piensas cuando te penetro?-
Florencia no podía contestar, casi ni podía respirar, Federico le introdujo dos dedos más, mientras le repetía las preguntas.
-dime, en ¿quién piensas?-
Con un suspiro, Flor agarro aire –en ti-
-¿me quieres dentro de ti?-
-…sí-
-di que me amas-
-lo sabes-
-dímelo- y para tortúrala introdujo un dedo más-
-te amo, Fede- mirándolo a los ojos –solo te amo a ti-
Federico saco los dedos, y Florencia gimió de frustración, la agarro de la cintura y se levanto con ella.
-¿Dónde vamos?- Florencia casi ni se podía mantener en pie por la excitación de ese momento-
-ahora veras-
Flor vio que la llevaba a la parte trasera del biombo que tenían para cambiarse, ahí había tres espejos de cuerpo completo, pero aun así no asociaba lo que Federico quería, posicionándose en el espejo de en medio, flor se sonrojo inmediatamente al ver sus cuerpos desnudos en tres diferentes perfiles.
-quiero que nos veas tal y como somos Flor, te amo, nunca lo he dejado, ni lo dejare de hacer- La mirada que le dirigió le dio una paz interior a Florencia, ella se sentía amada y femenina, entonces hizo algo que nunca se hubiera atrevido hacer, se recostó en Federico para no perder el equilibrio, abrió sus piernas mientras se empezaba acariciarse los pechos, la mirada seguía en los ojos de su marido y vio como el deseo se hacia más intenso, agarró uno de sus pezones y se dio un pequeño pellizco, entrecerrando los ojos, se llevo una mano a su sexo y empezó a masajearse el clítoris, mientras con la otra se daba un masaje en el seno izquierdo, Federico la sostenía de la cintura si dejar de mirar como su mujer se daba placer, enfrente de él, algo que nunca había hecho, dándole pequeños besos en el cuello, sentía como su miembro se endurecía cada vez más.
-déjame entrar en ti, Flor-
-¡Shh! Disfruta-
-disfrutaría más al sentir como albergas dentro de ti, sentir lo suave que eres por dentro, derramarme en ti…-
Florencia en ese momento soltó un pequeño grito de satisfacción, las palabras de Federico evocaba en su cabeza imágenes muy sensuales, sin dejar de sostenerla, Federico la penetro desde atrás, sus miradas se encontraron de nuevo en el espejo.
-dame de tu miel, amor- le susurraba al oído cada vez más enardecido.
Flor saco los dedos de su sexo, y lentamente los introdujo en la boca de su marido, este sentía como el fuego se extendía más en su cuerpo, las embestidas eran más rápidas y fuertes, Florencia no podía estar parada por mucho más tiempo.
-pon las manos en el espejo- Florencia le obedeció, y entonces se dio cuenta en que posición habían quedado, Federico parado atrás de ella penetrándola y ella agachada con las manos en el espejo desde esa posición ella podía en el espejo de la derecha o de la izquierda como él salía y entraba, Flor gimió al ver su imagen, se veía tan decadente, pero tan, tan excitante.
Estaban tan concentrados uno en otro que solo un pequeño, que no escucharon cuando llamaron a la puerta, hasta que escucharon la voz de la mamá de Federico, los dos se quedaron paralizados sin poderse moverse, solo al escuchar la expresión y la disculpa apresurada de su madre, Federico supo que había visto el reguero de ropa tirada en el suelo, Federico se separo lentamente de su mujer, en ese momento sintió su orgasmo venir, así que se pego a la espalda de su mujer donde exploto completamente.
-amor lo siento-
-no, cariño, ve a ver que necesita tu mamá, debe de estar tan apenada-
-eso le pasa, por meterse donde no la llamaban-
-debió de preocuparse, por como salimos de la fiesta-
-si, pero…-
-¡Shh!, anda, mientras yo me voy a dar una ducha-
-Si, amor no creo que puedas salir asi-
-Florencia volteo en ese momento, y se le quedo viendo a Federico-
-lo siento, amor quería estar dentro tuyo cuando pasara, pero no pude- Federico le puso una carita inocente, ella dándole un pequeño beso le susurro
-jajajá, anda amor, ve a ver a tu madre-
-¿estoy perdonado?-
-creo que la que te debe una disculpa soy yo-
-te amo, Flor no lo dudes nunca-
-no, nunca lo dudare, yo también te amo-
Federico salio de sus recuerdos con un suspiro, si todo se hubiera quedado asi después de esa noche, ¡pero no!, después de eso hubo más problemas entre ellos hasta que se derrumbo todo y ahora estaban en esa situación.
Sandy entro en ese momento con una sonrisa radiante, un poco azorada, sonrosada y el pelo alborotado, pero Flor no presto mucha atención ya que las contracciones eran más intensas.
-veamos que tal vas-
-ese medicucho, no me dio nada-
-lo sé, me dijo que en este estado en el que estabas, ya no se podía poner el calmante, te dormiría pero no podrías pujar para dar a luz- Sandy la examino- y creo que estuvo en lo correcto en no dártelo estas completamente dilatada, vamos al quirófano a tener a esos bebes-
Federico que tenia de la mano a Florencia observo a Sandy
-¿bebés?-
-sí, Federico, Florencia ¿no te dijo que eran gemelos?-

0 comentarios:

Blog Widget by LinkWithin
 

Escritora en Femenino Copyright © 2009 Girlymagz is Designed by Bie Girl Vector by Ipietoon